A dos meses de la asunción de Alberto Fernández al frente del Ejecutivo Nacional conversamos con Alfredo Bonazzi, presidente de CARMAHE, sobre el estado de las pymes industriales, los desafíos y oportunidades de la etapa y el balance de lo realizado hasta el momento por el gobierno.
 
El inicio de la nueva década coincidió con el inicio de una nueva etapa para la Argentina, marcada por un cambio de gobierno tanto a nivel nacional como en varias provincias y, además, con una renovación de las autoridades de la Cámara, que se enfrentan al desafío no solo de conducir la entidad sino también de hacerlo en un período particular tanto por sus problemas como por las oportunidades que se generen. 
 
Es de público conocimiento la endeble situación que vive la industria argentina en la actualidad, siendo las pymes las más afectadas. Como representante del sector privado industrial, CARMAHE busca incidir en la elaboración de políticas que le den un respiro y un impulso al sector. Al respecto, Bonazzi aclara que aún no les han dado una reunión desde el gobierno nacional, pero que en un primer momento la intención es “presentarnos, explicar qué rol cumplimos en el mercado de la máquina-herramienta, quiénes son nuestros 150 socios, qué fabrican y qué no, además de presentar FIMAQH”, dejando para un segundo encuentro la presentación de propuestas, una vez que se anuncie el plan que desarrollará el gobierno con respecto a la política industrial. 
 
En relación a esto último y a pesar de no haber presentado un plan en concreto, desde el Poder Ejecutivo sí se han anunciado medidas y se han realizado ciertos gestos hacia el empresariado argentino, como la reunión del presidente, Alberto Fernández, con empresarios alemanes realizada el pasado 3 de febrero. Al respecto, Bonazzi considera que “reunirse con empresarios extranjeros que quieren invertir es siempre provechoso, genera expectativas, pero también debe ser acompañado de seguridad jurídica”, refiriéndose a reformas legislativas que amparen también al empresario privado. 
 

“Reunirse con empresarios extranjeros que quieren invertir es siempre provechoso, genera expectativas, pero también debe ser acompañado de seguridad jurídica”

El 10 de febrero Matías Kulfas, ministro de Producción, anunció una nueva línea de créditos blandos del Banco Nación para las pymes, que tendrán una tasa bonificada del 27,9% anual. “Con esta línea buscamos contribuir a recuperar el crédito a tasas razonables así como llevar más alivio a la situación financiera de las micro, pequeñas y medianas empresas para que puedan ponerse en marcha y volver a crecer”, sostuvo el ministro en la presentación junto a la cúpula del Banco Nación, recalcando que esta medida, junto al plan de Moratoria 2020, “apunta a resolver la situación crítica en la que se encuentran las pymes”. Al respecto, Bonazzi afirmó que la medida “es un gesto que marca la línea que el gobierno quiere implementar”, a la vez que asegura que el crédito es el principal problema al que se enfrentan hoy en día las pequeñas y medianas empresas: “Existe una falta de crédito, y en el mundo los bienes de capital se venden con créditos”.
 
A pesar de la difícil situación en la que se encuentran, los empresarios no bajan los brazos y ven esta etapa como una oportunidad para continuar familiarizándose con los últimos desarrollos tecnológicos a nivel mundial, estudiando cómo adaptarlos al mercado local, “a los efectos de ganar calidad, productividad y competitividad que le permita en muchos casos poder exportar”, explica Bonazzi.